sábado, septiembre 29, 2007

Cantos a Berenice - XI

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¿En qué alfabeto mítico aprendiste a interpretar los símbolos?
¿Qué fábulas heroicas te enseñaron?
a sitiar los aviesos anuncios con el foso de la monotonía
y a clavarles después el puñal del relámpago?
Tu poder era el poder de la distancia
que con un golpe cierra su abanico y expulsa al invasor.
Horas que fueron años alertas como lámparas,
pacientes como estatuas frente a huéspedes que vienen y se van.
Tú, inmóvil, sumergida en dorados invernáculos,
en visiones letárgicas bordadas por la conspiración del sol y sus oleajes,
acechabas un flanco con repentinas rayas de leopardo,
la música irisada de un abejorro ciego taladrando de pronto todo el cosmos,
para hacer estallar bajo un solo zarpazo sus amenazadoras maquinarias.
Así pudístee un día replegar el espacio
y descubrir en el fondo de mi corazón alguna sombra intrusa entre las sombras,
o adivinar qué oculta telaraña tejían, destejiendo, mis tejidos,
o qué vetas aciagas fraguaban bajo mi piel un mármol implacable
y escarbaste, escarbaste con felpas y pezuñas hasta arrancar el mal
como una perla negra que se disuelve en polvo,
en nada.
Yo te pregunto ahora, entre nosotras,
¿era realmente nada?
¿O atesoraste acaso una por una esas cuentas sombrías
y enhebraste un collar que se hizo nudo en torno a tu garganta?
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Num. 11 de Cantos a Berenice (1977)

1 comentario:

apalabrando dijo...

Hola Jorge, tanto tiempo! espero tengas un buen año muy bueno tu blog.
Marita Barabaschi, La Pampa